Amenaza de parto prematuro: mi experiencia
Como bien dice el título hoy quiero contar mi experiencia con la AMENAZA DE PARTO PREMATURO que tuve en mi embarazo. Recuerdo que cuando me pasó y estaba en el hospital, asustada y sin mucha información (lo de la información que te da el personal sanitario cuando te pasa algo se merece una entrada aparte, porque madre mía, un poco de empatía no les vendría mal) busqué historias y experiencias de otras madres, de hecho, fue una buena forma de animarme un poco y confiar en que todo saldría bien. Así, descubrí a una mami a la que he seguido desde entonces que, aunque no tuvo una amenaza de parto prematuro sino un parto prematuro, hoy tiene a una niña preciosa, sana y feliz y ella, aunque a veces lo dude, es una supermami. Así que por ello me animo a contar mi historia, por si alguien que esté pasando por ello me lee, que confíe en que todo saldrá bien.
Mi embarazo fue de amenazas, siempre alerta. Al principio tuve varias amenazas de aborto y terminé con amenaza de parto prematuro. De resto, puedo decir que fue un buen embarazo. Una vez pasadas las náuseas de las primeras semanas pude hacer vida normal y muy activa, (estudios, prácticas, carnet de conducir, tareas del hogar...) hasta el final que tuve que bajar el ritmo y hacer un poco de reposo.
SEMANA 28 DE EMBARAZO
Era un viernes, como otro cualquiera de junio. La única diferencia es que ese día asistía a mi primera (y única) clase de preparación al parto. Me levanté bien, desayuné, me preparé y fui a la clase. Allí tocaba salir a caminar por los alrededores y luego una exposición. Terminé y fui a casa. No tenía ninguna molestia, ningún síntoma ni nada que pudiera alertarme de que algo iba a pasar. A la hora de comer, empecé a sentirme un poco molesta y mareada. Tenía sensación de pesadez en el estómago. No pude terminar de comer y vomité. Tuve que acostarme porque no podía estar de pie, era dar un paso y seguir vomitando. Así que esperé acostada hasta que llegó mi chico de trabajar. Me encontró acostada, pálida y con escalofríos así que fuimos a urgencias. Cuando llegué al hospital me sentía mucho mejor. Allí me hicieron una ecografía y todo estaba bien. Me pasaron a la sala de dilatación para ponerme en monitores y el tratamiento para los vómitos. Al momento se empiezan a marcar contracciones, al principio no las sentía pero poco a poco iban a más. Al ver aquello decidieron hacerme una ecografía y vieron que el cuello del útero había empezado a borrarse. Me dejaron allí toda la noche para ver como evolucionaba. Las contracciones, aunque las notaba, no eran muy dolorosas, ni regulares, ni frecuentes. Por suerte las contracciones pararon y por la mañana pude irme a casa. Dieta blanda y cita para dos semanas después para controlar el cuello del útero.
SEMANA 30 DE EMBARAZO
Después del susto que tuve dos semanas antes seguí haciendo vida normal, sin que se repitiera ningún síntoma. Sentía contracciones pero leves, las conocidas como de Braxton Hicks.
Era jueves y justo ese día cumplía las 30 semanas de embarazo. Como cada día, me levanté, hice las cosas de casa y descansé un poco hasta que se acercaba la hora de la comida. Cuando la estaba preparando empecé a tener molestias, sentía mucha pesadez en el estómago y estaba mareada y, al igual que la otra vez, empezaron los vómitos. Vuelvo a urgencias y de camino empiezo a notar contracciones. En el hospital me hacen una ecografía y ven que el cuello del útero está mucho más borrado que la última vez. Me ponen en monitores y las contracciones, aunque yo no sentía dolor, por su intensidad, las consideran de parto. A partir de ese momento todo empieza a pasar muy rápido, yo estaba bastante nerviosa y hay cosas que no recuerdo bien o no recuerdo el orden exacto. Me dicen que tengo que quedarme ingresada, aunque no hay camas libres en la planta de maternidad así que me quedaré en urgencias hasta que quede libre alguna, con tratamiento para intentar parar el parto. El tratamiento era en vena con un aparato que iba controlando los ciclos y cuando la bolsita (como las de suero) se acababa pitaba como un loco. Me pusieron una inyección con corticoides para madurar los pulmones del bebé por si el tratamiento no funcionaba y se producía el parto y me hicieron la prueba del estreptococo. El tratamiento duraba 48 horas. Las primeras 24 horas las pasé en urgencias. La primera noche mi chico pudo pasarla conmigo hasta que se tuvo que ir a duchar y cambiar para ir a trabajar así que esa mañana la pasé sola hasta que él llegó (en urgencias no se pueden recibir visitas, solo podía estar él). La noche del viernes (la segunda allí) me subieron a planta y allí me quedé hasta que el 6º día de ingreso me dieron el alta. Con el tratamiento las contracciones habían parado aunque yo no dejaba de pensar en qué pasaría cuándo pasaran esas 48 horas y me lo quitaran Pero por suerte todo fue bien, los días que seguí allí y estuvieron controlando no hubieron contracciones. Una vez en casa el tratamiento era progesterona en óvulos y reposo relativo. No hubieron más sustos y la peque aguantó hasta la semana 37. Eso sí, desde que salí del ingreso empezaron a llevarme el embarazo como de ALTO RIESGO y semanalmente tenía que ir a consulta y a monitores, para ir controlando.
Sobra decir que no fue una buena experiencia, desde el primer momento tuve miedo. No sabía que iba a pasar ni cómo acabaría todo. Lo que más me preocupaba era que mi pequeña estuviera bien, yo aguantaría lo que fuera necesario, solo quería que ella estuviera bien y que aguantara un poquito más dentro de mi. Eché en falta información, saber bien qué estaba pasando, qué podía pasar, qué iban a hacer...pero nadie nos decía nada. Desde el momento en el que llegué a urgencias hasta el día que me dieron el alta la desinformación por parte del personal sanitario fue constante. Yo no soy médico, ni enfermera, ni matrona ni nada relacionado con la salud, así que no se como funcionan las cosas. Ell@s como trabajadores y trabajadoras del sector lo verán como algo normal y no le darán importancia, pero para mi y para mi chico era nuestra hija la que estaba "en peligro". No nos informaban de las cosas, preguntábamos y nos daban largas o se pasaban la pelota. Cuando vieron que las contracciones eran intensas (como ya dije en ese momento yo no sentía dolor) empezó a venir mucha gente a mirar pero nadie era capaz de decir nada, es más, en una ocasión cuando pregunté qué pasaba una ginecóloga dijo "nada, nada, ya vendrán a contarte" y se fue. Cuando nos comunicaron que en caso de que el parto se produjera, en ese momento no tenían incubadoras libres, que tendríamos que trasladarnos de hospital y que teníamos que decidir si quedarnos allí y esperar a ver qué pasaba o firmar el traslado , lo primero qué hicimos fue preguntar qué nos recomendaban, qué era lo mejor y la respuesta fue "lo que ustedes crean". Vale, sí, la decisión la vamos a tomar nosotros, pero tendremos que tomarla en base a algo ¿no?. Y así muchísimas más cosas... y no solo fue esta vez en el parto pasó lo mismo.
¿Tanto cuesta ponerse en el lugar de un paciente? Si te ven asustada, nerviosa, ¿tanto cuesta parar un momento y explicar bien lo que pasa y sus consecuencias, tratamiento, etc? Entiendo que tengan un montón de cosas que hacer, pero creo que esto también debería formar parte de sus tareas. INFORMAR Y EMPATIZAR
A TENER EN CUENTA:
ALGUNOS DE LOS SÍNTOMAS Y SEÑALES DE ALARMA:
- AUMENTO DE LA FRECUENCIA DE LAS CONTRACCIONES.
- SANGRADO VAGINAL
- EXPULSIÓN DEL TAPÓN MUCOSO.
- ACORTAMIENTO Y BORRADO DEL CUELLO UTERINO.
- ROTURA DE BOLSA.
- DOLOR EN LA ZONA LUMBAR
- CÓLICOS (COMO LOS DE LA MENSTRUACIÓN)
-DOLOR DE ABDOMEN (PUEDE PRODUCIR DIARREA)
-ESCALOFRÍOS Y AUMENTO DE LA TEMPERATURA CORPORAL
Y esta es mi experiencia con la amenaza de parto prematuro que por suerte sólo quedó en eso, una amenaza. ¿Te ha pasado algo similar? ME encataría concoer tu historia, anímate y déjala en comentarios.
Gracias por leerme💓
Sobra decir que no fue una buena experiencia, desde el primer momento tuve miedo. No sabía que iba a pasar ni cómo acabaría todo. Lo que más me preocupaba era que mi pequeña estuviera bien, yo aguantaría lo que fuera necesario, solo quería que ella estuviera bien y que aguantara un poquito más dentro de mi. Eché en falta información, saber bien qué estaba pasando, qué podía pasar, qué iban a hacer...pero nadie nos decía nada. Desde el momento en el que llegué a urgencias hasta el día que me dieron el alta la desinformación por parte del personal sanitario fue constante. Yo no soy médico, ni enfermera, ni matrona ni nada relacionado con la salud, así que no se como funcionan las cosas. Ell@s como trabajadores y trabajadoras del sector lo verán como algo normal y no le darán importancia, pero para mi y para mi chico era nuestra hija la que estaba "en peligro". No nos informaban de las cosas, preguntábamos y nos daban largas o se pasaban la pelota. Cuando vieron que las contracciones eran intensas (como ya dije en ese momento yo no sentía dolor) empezó a venir mucha gente a mirar pero nadie era capaz de decir nada, es más, en una ocasión cuando pregunté qué pasaba una ginecóloga dijo "nada, nada, ya vendrán a contarte" y se fue. Cuando nos comunicaron que en caso de que el parto se produjera, en ese momento no tenían incubadoras libres, que tendríamos que trasladarnos de hospital y que teníamos que decidir si quedarnos allí y esperar a ver qué pasaba o firmar el traslado , lo primero qué hicimos fue preguntar qué nos recomendaban, qué era lo mejor y la respuesta fue "lo que ustedes crean". Vale, sí, la decisión la vamos a tomar nosotros, pero tendremos que tomarla en base a algo ¿no?. Y así muchísimas más cosas... y no solo fue esta vez en el parto pasó lo mismo.
¿Tanto cuesta ponerse en el lugar de un paciente? Si te ven asustada, nerviosa, ¿tanto cuesta parar un momento y explicar bien lo que pasa y sus consecuencias, tratamiento, etc? Entiendo que tengan un montón de cosas que hacer, pero creo que esto también debería formar parte de sus tareas. INFORMAR Y EMPATIZAR
A TENER EN CUENTA:
"Se considera parto prematuro cuando el parto se produce a partir de la semana 21 y antes de la semana 37 de embarazo"
ALGUNOS DE LOS SÍNTOMAS Y SEÑALES DE ALARMA:
- AUMENTO DE LA FRECUENCIA DE LAS CONTRACCIONES.
- SANGRADO VAGINAL
- EXPULSIÓN DEL TAPÓN MUCOSO.
- ACORTAMIENTO Y BORRADO DEL CUELLO UTERINO.
- ROTURA DE BOLSA.
- DOLOR EN LA ZONA LUMBAR
- CÓLICOS (COMO LOS DE LA MENSTRUACIÓN)
-DOLOR DE ABDOMEN (PUEDE PRODUCIR DIARREA)
-ESCALOFRÍOS Y AUMENTO DE LA TEMPERATURA CORPORAL
Y esta es mi experiencia con la amenaza de parto prematuro que por suerte sólo quedó en eso, una amenaza. ¿Te ha pasado algo similar? ME encataría concoer tu historia, anímate y déjala en comentarios.
Gracias por leerme💓
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