¿Cómo ha cambiado mi vida tras la maternidad?

     Una de las cosas que más nos repiten constantemente cuando estamos embarazadas es ¡¡CUÁNTO NOS VA A CAMBIAR LA VIDA!! y, aunque es algo que todas sabemos (o creemos saber) no es hasta que tenemos a nuestr@s bebés y van pasando los días cuando, realmente, nos damos cuenta de todo lo que implica esa cambio, de cuánto puede cambiarnos la vida una personita tan tan pequeña.

     Si me paro a pensarlo, mi YO de hace dos años no tiene nada que ver con mi YO de ahora. Son personas muy diferentes y sus vidas muchísimo más.

     Como ya he contado en otras ocasiones mi embarazo me pilló por sorpresa (la mejor sorpresa de mi vida) así que me costó un poco más de lo normal asimilar todos los cambios que iba a experimentar.

     La primera vez que fui consciente de ello fue el día en el que tuve que quedarme hospitalizada por amenaza de parto prematuro.  Lo único en lo que podía pensar en ese momento era en que mi pequeña estuviera bien, que no le pasara nada malo, era mi prioridad. Lo era aún sin conocerla, sin haberla visto ni acariciado. Solo por saber que estaba creciendo dentro de mí y sentir cómo se movía se había convertido en lo más importante de mi vida

     La maternidad me ha hecho descubrir infinidad de cosas y me ha enseñado muchísimas más, sobre todo de mí misma. No sabía que podría ser capaz de tantas cosas, de sacar fuerzas de donde no sabía que tenía y de no tener límites cuando se trata de ella. Me ha enseñado a valorar las pequeñas alegrías de día a día y a fijar mis verdaderas prioridades. Sin duda mi vida ha dado un giro de 180º. No soy de las que piensa que el cambio ha sido a peor ni de las que comparte la famosa frase de Samanta Villar de "Tener hijos es perder calidad de vida". Para mí ha sido una adaptación a las nuevas circunstancias. No considero que haya dejado de hacer cosas con las que antes de ser madre disfrutaba y eran habituales en mi vida, simplemente he adaptado esas cosas incluyendo a mi hija. 

- DUERMO LA MITAD QUE ANTES (o menos). Siempre me ha gustado dormir, de hecho, durante años dormí mucho. Además, siempre he tenido, como se suele decir, el sueño muy profundo, por lo que los ruidos no eran un problema para mí. Ésto era algo que me preocupaba cuando estaba embarazada, me daba miedo que cuando la peque naciera no escucharla por la noche sis e despertaba, si lloraba, si me necesitaba. Pero desde que soy mamá solo necesito que se mueva un poco más de lo normal o que haga un pequeño ruido para despertarme. Lo de las horas de sueño que tengo al día, son muy pocas, ni siquiera se como puedo aguantar el ajetreo de un día entero con lo poco que duermo. Y es que aunque la peque duerme bastante por la noche yo utilizo esas horas para hacer todo lo que no puedo hacer con ella, así que es normal que un día a las 3 de la mañana esté limpiando el polvo.

- NO HE VUELTO A ABURRIRME. Ni he tenido tiempo para hacerlo, siempre hay muchas cosas en mi lista de tareas pendientes. Aunque la verdad es que una tarde tirada en el sofá viendo series o películas y comiendo chucherías no me vendría nada mal. 

-CASA DESORDENADA Y MUCHAS COSAS POR HACER. Siempre he sido un poco maniática con la limpieza y antes limpiaba sobre limpio. Todos los días limpiaba un poco y los viernes era el día de limpieza general. Ahora hay días que mi casa es un poco CAOS y ahora que la peque camina y va tirando los juguetes por todos lados es muy habitual. Pero el tiempo no me da para más y sinceramente si mi hija me reclama, aunque tenga la cocina hasta arriba de platos por fregar voy a estar con ella. Así que voy aprovechando los ratitos de siesta y de sueño por la noche para ordenar, limpiar y cocinar. Lo de la ropa para planchar es otro tema, creo que nunca acabaré con ella. 

- DIGO FRASES DE MADRE. Sí, a veces digo frases como "te lo dije", "qué se dice" y alguna más que se me escapa y seguramente según pase el tiempo saldrán más. Y aunque no me gustan nada, no lo puedo evitar y salen solas. 

- TENER MÁS MIEDOS QUE NUNCA. Todos tenemos algún miedo o alguna preocupación pero nunca me había considerado una persona miedosa hasta que me convertí en madre. 

- AMAR DE UNA FORMA INCONDICIONAL Y MARAVILLOSA. 

- EL OBJETIVO PRINCIPAL DE MI VIDA ES QUE ELLA SEA FELIZ. Mis acciones, mis esfuerzos, mis logros, mis intentos, todo tiene el mismo objetivo, que sea feliz y que no le falte nada. 

- ADIÓS TACONES, HOLA ROPA CÓMODA (Y APTA PARA LA LACTANCIA). Admiro a todas las mamás que veo por la calle con sus peques y unos taconazos de vértigo. Yo solo necesito visualizarme empujando el carrito, corriendo detrás de la peque o llevándola en brazos para que me duelan los pies. No he renunciado a ellos, pero sí busco la comodidad.
     Antes del parto no imaginaba el problema que tendría a la hora de vestirme, sobre todo cuando necesito ir un poco más arreglada. Y es que los preciosos vestidos que encuentro no son cómodos para lactancia. Al final, cansada de nunca encontrar nada  cada vez que me pongo un vestido he optado por ponerme una camisa de tirantes debajo y cuando necesito dar pecho bajo la cremallera del vestido me quito una manga y listo. La gente me mira raro pensando que voy a desnudarme pero no, el truco funciona y no se ve nada. 

-ADIÓS PELO LARGO. Siempre había tenido el pelo largo y en mis planes nunca entró cortarlo. Lo que no imaginaba es que este sería otro cambio de la maternidad. El primer año conservé mi pelo largo (mucho más después del embarazo) pero llegó un momento en el que no lo soportaba y estaba todo el día con el moño. Con la peque me resultaba muy incómodo tenerlo suelto y tampoco tenía tiempo para peinarlo y cuidarlo bien. Así que un día decidí cortarlo por los hombros y para mi sorpresa, aunque echo de menos mi pelo largo, fue la mejor decisión que tomé. Me peino muy rápido, no me incomoda y he vuelto a  llevar el pelo suelto. 

-MANICURA DESASTROSA. Si hace unos años me hubiesen dicho que iba llevar las uñas como las tengo a veces me hubiesde reído. Y es que aunque intento cuidarlas el tiempo no me da para todo. Sería más fácil dejar de pintarlas y no preocuparme por ellas pero es algo que he hecho siempre, que me gusta y a lo que no quiero renunciar.

- DAR PECHO EN CUALQUIER MOMENTO Y EN CUALQUIER LUGAR. Soy muy tímida así que pensaba que me iba  sentir my incómoda pero nunca ha sido así desde el primer momento me he sentido muy cómoda con la lactancia y nunca he dudado darle cuando lo ha demandado sin importar el lugar. Eso sí, soy de las que siempre se tapa. 

-DUCHA EXPRESS. ¿Algún día podré darme un buen baño tranquilo y largo? Sin nadie que aporree la puerta llamándome, sin estar pendiente por si se despierta la peque y llora, sin tenerla dentro del baño en la hamaca haciendo malabares para que se entretenga... Al final, como con todo, las noches son mis aliadas para las duchas. Rápidas pero reparadoras.

- VIDA EN PAREJA. Pasar de ser 2 a ser 3 a veces no es fácil. Principalmente porque esa tercera persona que acaba de llegar necesita toda la atención. Al principio parece que descuidamos un poco a la pareja pero si se quiere se termina sacando tiempo para dedicarle y a medida que l@s peques van creciendo todo se va normalizando. 

- MAQUILLAJE. Antes no salía de mi casa sin maquillar ahora si me da tiempo de ponerme un poco de corrector y de máscara de pestañas es un logro.
     "Un trocito de mi mundo" fue creado en el 2015 para hablar sobre maquillaje y es que era un mundo que me fascinaba. Poco a poco lo iré recuperando. Ahora es un blog exclusivo de maternidad, como mi vida. 

- DURACIÓN DE LA LACTANCIA MATERNA. Antes del embarazado no me imaginaba a mí misma dando lactancia, supongo que tampoco estaba bien informada de sus beneficios ni sabía mucho del tema. Por ahora llevamos casi 18 meses y es de los mejores regalos de la maternidad. La conexión y el vínculo son increíbles y esos ratitos que son solo nuestros no los cambio por nada. 

- HA CAMBIADO MI FORMA DE PENSAR Y MIS PRIORIDADES. 

-HE DEJADO DE SER IMPULSIVA.

-NO HE VUELTO A SENTIRME SOLA. Tengo la mejor compañía del mundo. Un beso, un abrazo y una sonrisa suya es el mejor regalo. 

-TENER HORARIOS Y RUTINAS. Nunca he sido de tener horarios marcados para hacer las cosas. (excepto trabajo, clases y ese tipo de cosas que no se pueden evitar). Ahora valoro muchísimo la organización y la rutina. Para mi es fundamental. Tener unos horarios muy marcados con la peque, sobre todo con el sueño, me facilita mucho organizarme con mis tareas. 

-ADAPTAR PLANES. Por ejemplo, antes mi pareja y yo solíamos salir a cenar juntos ahora hemos cambiado esas cenas por almuerzos de tres. Otro plan muy habitual era ir al cine, yo no he ido en todo este tiempo y lo he cambiado por sesiones de cine en casa con una buena pizza.

-POCO TIEMPO PARA COCINAR BUENAS RECETAS. Ahora tiro mucho de comidas que tengan elaboraciones más cortas y todo lo que puedo lo hago al horno que me da un poco de margen para no estar tan pendiente. 

¿Y a ti te ha cambiado la vida la maternidad idad? ¿Cómo? ¿Crees que el cambio ha sido a mejor o a peor? Me encantaría conocer tu experiencia. 


Gracias por leerme❤

Muackk!!😘😘

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